En opinión de muchos, el té verde con leche se elabora según el mismo principio que el negro, pero no es así en absoluto. La receta es bastante diferente.
Las propiedades beneficiosas del té se revelan en cualquier cantidad, pero la leche para llenar el estómago y provocar una sensación de saciedad, necesita un poco más de volumen. Una o dos cucharaditas, que generalmente se agregan a la bebida solo para darle un sabor delicado y un tono agradable, no serán suficientes.
La leche se convierte en el componente principal de la bebida. Para una taza mediana de nuestra bebida necesitarás:
1) Aproximadamente 125-150 mg de leche, preferiblemente 3,2% de grasa. La leche desnatada en este caso no aportará beneficios adicionales a tu figura.
2) Una cucharadita de té verde suelto.
3) Endulzante natural, como stevia, al gusto.
En un horno de microondas o una cacerola, debe calentar la leche hasta que hierva, pero no la hierva, sino que inmediatamente retírela del fuego (o sáquela del microondas) y viértala con las hojas de té verde que previamente se vierte en una taza de tamaño estándar. La bebida debe infundirse durante al menos 5 minutos bajo una tapa cerrada.
Al gusto, puedes agregar un sustituto de azúcar, canela o bastante miel.
A menudo, esta bebida se abrevia simplemente como “leche de leche”. Creo que no es necesario contar sobre el origen de este término, ya está todo claro.
Puedes beberlo como un té normal, saboreando su increíble sabor, o puedes seguir las instrucciones.